Con solo 14 años, tenía muy claro que mi futuro pasaba por formarme como Jinete en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, pero a su vez era consciente de que con mi corta edad no disponía aún de los conocimientos y habilidades necesarias para superar el examen de acceso.
Esta dificultad no me limitó para que en mi mente se creara un plan propio de aprendizaje que me instruyera en el mundo del caballo.
En septiembre de 2002, di el primer paso que consistió en, por un lado, durante las mañanas, realizar un curso especializado de mozo de cuadras de la Real Escuela y, por otro, durante las tardes, trabajar como voluntario para ayudar también como mozo de cuadras a algunos de mis profesores a cambio de recibir clases y consejos.
Gracias a la constancia e ilusión que tenía por aprender pronto adquirí el nivel suficiente como para que mis profesores me prestaran sus caballos y poder realizar mis propios espectáculos ecuestres. De esta forma, pude realizar diferentes espectáculos ecuestres. Posteriormente, ésto me llevó a participar en el espectáculo llamado Levade organizado por una empresa de Suecia y formar parte de un equipo de jinetes internacionales.